* * *
english
spanish
When Socrates was sentenced to death, his response has always been a guiding light to me in times of adversity.
Let us reflect in another way, and we
shall see that there is great reason to hope that death is a good, for
one of two things:
– either death is a state of nothingness, and, utter
unconsciousness, or, as men say, there is a change and migration of the
soul from this world to another.
Now if you suppose that there is no
consciousness, but a sleep like the sleep of him who is undisturbed even
by the sight of dreams, death will be an unspeakable gain.
For, if a
person were to select the night in which his sleep was undisturbed even
by dreams, and were to compare with this the other days and nights of
his life, and then were to tell us how many days and nights he had
passed in the course of his life better and more pleasantly than this
one, I think, that any man, I will not say a private man, but even the
great king, will not find many such days or nights, when compared with
the others.
Now, if death is like this, I say that to die is gain; for
eternity is then only a single night.
But, if death is the journey to
another place, and there, as men say, all the dead are, what good, Oh my
friends and judges, can be greater than this?
If, indeed, when the pilgrim
arrives in the world below, he is delivered from the professors of
justice in this world, and finds the true judges who are said to give
judgment there, Minos and Rhadamanthus and Aeacus and Triptolemus, and
other sons of God who were righteous in their own life, that pilgrimage
will be worth making.
What would not a man give if he might converse
with Orpheus and Musaeus and Hesiod and Homer?
Nay, if this be true, let
me die again and again.
I, too, shall have a wonderful interest in a
place where I can converse with Palamedes, and Ajax the son of Telamon,
and other heroes of old, who have suffered death through an unjust
judgment; and there will be no small pleasure, as I think, in comparing
my own sufferings with theirs.
Above all, I shall be able to
continue my search into true and false knowledge; as in this world, so
also in that; I shall find out who is wise, and who pretends to be wise,
and is not.
What would not a man give, Oh judges, to be able to examine
the leader of the great Trojan expedition; or Odysseus or Sisyphus, or
numberless others, men and women too!
What infinite delight would there
be in conversing with them and asking them questions!
For, in that world
they do not put a man to death for this; certainly not.
For besides
being happier in that world than in this, they will be immortal, if what
is said is true.
* * *
* * *
* * *
Cuando Sócrates fue sentenciado a muerte, su respuesta siempre ha sido una luz que me guía en tiempos de adversidad.
Reflexionemos de otra manera, y veremos que hay mucha razón para esperar que la muerte sea un bien, por una de dos cosas:
– o la muerte es un estado de nada y de total inconsciencia, o, como dicen los hombres, hay un cambio y una migración del alma de este mundo a otro.
Ahora bien, si supones que no hay conciencia, sino un sueño como el sueño de aquel que no se ve perturbado ni siquiera por la visión de los sueños, la muerte será una ganancia indecible.
Pues si una persona seleccionara la noche en que su sueño no fue perturbado ni siquiera por sueños, y comparara con ésta los otros días y noches de su vida, y luego nos dijera cuántos días y noches ha pasado en el curso de su vida mejor y más placentero que éste, creo, que cualquier hombre, no diré un hombre privado, pero incluso el gran rey, no encontrará muchos días o noches, en comparación con los otros.
Ahora bien, si la muerte es así, digo que morir es ganancia; porque la eternidad es entonces sólo una sola noche.
Mas si la muerte es el viaje a otro lugar, y allí, como dicen los hombres, están todos los muertos, ¿qué bien, oh amigos y jueces míos, puede ser mayor que éste?
Si, en verdad, cuando el peregrino llega al mundo de abajo, es librado de los profesores de justicia en este mundo, y encuentra a los verdaderos jueces que se dice que juzgan allí, Minos y Radamanto y Éaco y Triptólemo, y otros hijos de Dios que fueron justos en su propia vida, valdrá la pena hacer esa peregrinación.
¿Qué no daría un hombre si pudiera conversar con Orfeo y Musaeus y Hesíodo y Homero?
No, si esto es cierto, déjame morir una y otra vez.
Yo también tendré un gran interés en un lugar donde pueda conversar con Palamedes, y Ajax, hijo de Telamón, y otros héroes de la antigüedad, que han sufrido la muerte por un juicio injusto; y no será pequeño placer, según creo, en comparar mis propios sufrimientos con los de ellos.
Sobre todo, podré continuar mi búsqueda del conocimiento verdadero y falso; como en este mundo, así también en aquél; Descubriré quién es sabio y quién finge serlo y no lo es.
¡Qué no daría un hombre, oh jueces, por poder interrogar al jefe de la gran expedición troyana; o Odiseo o Sísifo, o innumerables otros, ¡hombres y mujeres también!
¡Qué infinito deleite habría en conversar con ellos y hacerles preguntas!
Porque, en ese mundo no dan muerte a un hombre por esto; ciertamente no.
Porque además de ser más felices en aquel mundo que en este, serán inmortales, si es verdad lo dicho.
* * *
* * *
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.